MASCOTAS, EMBARAZO Y BEBÉS

Hola chicas! Hoy os hablo de algo que tengo pendiente desde casi el inicio de mi embarazo, y es la posibilidad de tener en casa mascotas, durante la gestación, y luego cuando nace el bebé, viviendo en un piso como nosotros, y sin opción a recurrir a terrazas, patios y jardines, que nos sacan de apuros en muchas ocasiones, y hablo por experiencia, que cuando estoy en casa de mis padres Lola va sola "al baño".

Nosotros en casa tenemos 6 agapornis  (son como loritos pequeños) y a Lola, la bodeguera que sale en la foto.

Dicen que cuando estás embarazada hay que extremar precauciones con esto de los animales porque pueden transmitir enfermedades al feto a través de la mamá, y ni que decir tiene si se las contagian al bebé una vez ya nacido.

Además, y aunque nosotros no tenemos, dicen de tener especial cuidado con los gatos, por ser los animales que más fácilmente transmiten la toxoplasmosis a través de las heces, e incluso hay quienes dicen de quitar los animales de casa.

Por supuesto, no puedo estar más en desacuerdo. Los que tenemos y convivimos con animales en casa no sólo asumimos una responsabilidad con ellos sino que se convierten en uno más de la familia, con otro papel pero tan integrado como cualquiera de nosotros. Al menso así pasa en mi casa con Lola. Con los pájaros obviamente la interacción es diferente, es más una afición, son molestosos y a veces te los quieres comer pero luego tienen sus gracias y como digo, cuando decidí tener pájaros sabía que asumía una responsabilidad seria con animales que a partir de ahora se acostumbrarían a mí, dependerían de mí y vivirían  según yo les cuidara.

Cuando me quedé embarazada mucho me hablaron de las infecciones ( no sé cuáles ) que podían transmitirme y me preguntaron que qué iba a pasar con Lola cuando naciera el bebé. Pues quedarse en casa, siempre lo tuvimos muy claro,  nunca se planteó el tema entre nosotros.

Creo que los animales en casa deben tenerse limpios, cuidados, atendidos y desparasitados, pero si hay una buena revisión veterinaria detrás, creo que no hay inconveniente para convivir con ellos incluso cuando llega el bebé.

En cuanto a las precauciones que han de tomarse cuando nace el pequeño, es verdad que primero hay que ver cómo reacciona la mascota, en este caso, es cierto que los gatos y los perros, al estar más integrados en la familia, a veces establecen lazos afectivos con nosotros y pueden sentir celos o no tomarse bien la llegada del bebé.  Dicen que es bueno hacerles oler un pañal... yo directamente cogí al niño en brazos y se los "presenté".

Yo, conociendo a Lola, sabía que no se lo iba a tomar mal, al revés, siempre me dio miedo que se sintiera un poco desplazada, y efectivamente ha sido lo que ha pasado.  Además, en casa de mis padres tengo otro perro, un bulldog americano enorme del que nunca dudamos ninguno: se acercó, le olió y cada visita que vino a conocerle tuvo que pasar primero por él. El otro perro de mi hermana, un pointer de 8 meses.... pues bueno, a ese no le dejamos acercarse mucho porque es un poco loco y ese sí que nos daba miedo que jugando liara alguna trastada de las suyas.

Lola siempre ha estado muy unida a mí, siempre ha sido mi niña, pero cuando ha nacido #babyJC las hormonas me han jugado una mala pasada y me volví súper protectora con él: me daba miedo que le saltara encima, que le chupara, que jugara con sus cosas... de repente me parecía enorme en comparación con el niño (exageración de madre primeriza, lo sé). 

Así que ahora estamos revirtiendo el proceso, la dejo que se acerque, que le huela, la acaricio cuando no tengo encima al bebé, la vuelvo a dejar echarse a mi lado... y tras un par de días, Lola ha vuelto a demostrarme que es mejor que yo, y la he "pillado" como en la foto: mirándole despacio, tranquila, cuidándole y observándole con calma. Sé que nunca le va a hacer nada, al revés, será su primera mejor amiga y el bebé será el que le haga todas las trastadas del mundo.

Creo que la clave está en racionalizar un poco todo, está demostrado que los niños que se crean con animales desarrollan una sensibilidad especial que les hace bien, son defensas para ellos y aprenden desde pequeños valores importantes, como el respeto, el cuidado y el amor por los animales, valores que, a mí como persona y ahora como madre, me parecen importantísimos para mi hijo.

Así que mi consejo, si os sirve de algo, es que os preparéis para ese momento con naturalidad, sin agobios. Vosotras sois las que mejor conocéis a vuestras mascotas y cómo van a reaccionar, además el instinto a está a flor de piel y nos os vais a equivocar. 

También os digo que si necesitáis un período de adaptación, como lo he necesitado yo, pues que también lo viváis, que le pidáis a alguien de vuestra confianza y de la de vuestra mascota que la quiera, que la dé los mimos que vosotras no le podéis dar en ese momento. A mí me ayudó mucho mi pareja, la daba ls mimos él, me decía cuando me estaba equivocando, cuando me veía que iba a saltar me decía "Nuria, no la riñas" y poco a poco me fue haciendo ver que en realidad no pasa nada. Cuando os hagáis a vuestra nueva situación, vuestra mascota os va a estar esperando como siempre, y os demostrará que cuando dicen que son fieles y su amor incondicional, no se equivocan. 

Ahora a disfrutar del pequeño y de ella. Espero que os sirva mi experiencia en este sentido.

BESOS!