GENTE DESALMADA EN EL PARQUE, ¿ESTÁN NUESTROS HIJOS A SALVO?

No quiero ser alarmista, pero alarmada me encuentro. Acabo de ver un reportaje en el programa de Ana Rosa, en Telecinco (sí, yo veo Telecinco) y estoy impactada por lo peligroso que me ha parecido,  por la vulnerabilidad de los niños, porque ninguno está a salvo de la locura de quien quiere hacer daño, y nada tiene que ver si compartimos o no sus vidas y fotos en las redes sociales.

No sé como se llama el periodista del experimento, aunque es sobradamente conocido en el programa de AR. Rubio, alto, ojos claros... guapo y afable.

Se presenta en un parque con un cachorro ideal, le pregunta a los padres si sus hijos se irían con él. Todos aseguran que no. El periodista pide permiso para comprobarlo y efectivamente, los niños se van con él. Se agacha con el cachorrito donde el  niño está: ¿Cómo te llamas? ¿Te gustan los perros? Éste tiene hermanitos, ¿quieres verlos? Los tengo en el coche. ¿Me das la manita? En pocos minutos el niño se va con él.

¿Qué está pasando? Mi hijo sólo tiene 3 meses (a dos días incluso de cumplirlos) y me da auténtico terror, pánico, hasta el punto de querer encerrarme en casa con él y no dejarle salir ni cuando cumpla 30 (por si va a una discoteca y se encuentra con alguna trifulca), todas las cosas que escucho en las noticias. 

Ver la tele en estos días es un ejercicio masoquista pero claro, es este el mundo en el que vivimos y tampoco podemos darle la espalda, es necesario saber qué pasa para, al menos intentar, aprender a vivir en él.

Gente desalmada, de malas intenciones y sin corazón la ha habido, la hay y la habrá. ¿Más ahora que antes o es que ahora nos enteramos más? No lo sé, lo cierto es que es difícil ser padres, más aún cuando cargas sobre tus hombros la difícil tarea de enseñar a tu hijo que el mundo es un lugar peligroso pero a la vez la vida es maravillosa y hay que vivirla. 

Son niños y tampoco es plan de crearles el temor de salir a la calle "por lo que pueda pasar", nuestra misión es ir enseñándoles a disfrutar de la vida pero sin quitarles ojo de encima, que se diviertan en el parque con los otros niños pero que desconfíen de los adultos que se les acercan, que sean niños sociables y educados pero que no hablen con desconocidos... la paradoja del sí pero no, de encontrar el equilibrio que ni siquiera encuentras cuando eres adulto.

Este es un post de reflexión con el que simplemente quiero compartir mi preocupación por el mundo en el que vivimos, compartir con vosotras el miedo que me da que a mi hijo le pueda pasar algo malo, el no saber cómo lo voy a hacer para que sea un niño feliz pero cauteloso, y el no saber si voy a conseguirlo.

Espero comentarios, cómo lo hacéis para inculcarles el temor sin asustarles, para hacerles que el mundo es un lugar peligroso pero a la vez maravilloso...