A CONTRAMARCHA: NI UN PEQUE MÁS EN PELIGRO

Hoy es un día importante, y es que desde It Mum nos sumamos a la campaña "A contramarcha: ni un peque más en peligro", en defensa de que los niños vayan en el coche en el  sentido contrario a la marcha del vehículo, para minimizar los riesgos para ellos en caso de colisión, pero también para asegurar su seguridad mientras viajamos. Os contamos un poquito más.

Esta campaña es una iniciativa de Una Mamá de Otro Planeta, A Contramarcha y A Contramarcha salva vidas.

¿Y por qué a contramarcha?

Pues lo cierto es que este tema hace unos meses me hubiese parecido una tontería, hablando claro. Pensaba que estábamos exagerando, que con que fuesen en la silla era suficiente, e incluso que me parecía un error llevar a los niños mirando al revés y detrás por varias razones: yo no podía verle si iba condiciendo, si lloraba tenía que parar e ir al revés para el niño tenía que ser un agobio, sin ver a sus padres, sin oír, y mirando al revés con el mareo que suponía que cogería.

Nada más alejada de la realidad. Aquellos pensamientos de "no madre" hoy en día no existen, y lo cierto es que es una temeridad llevar al niño delante. Viajando detrás y a contramarcha aumentamos su seguridad, y aunque tengamos que parar si el niño llora, es preferible a que, por un golpe, podamos tener consecuencias fatales.

Hay mil sillas en el mercado y un montón no son a contramarcha. En esto me ha pasado como con el porteo. En el momento que sabes y conoces la opción más segura para tu hijo, ya no quieres la otra. Te da miedo. No te convence. 

Nuestra experiencia a contramarcha

Hasta el día de hoy mi hijo viaja detrás y a contramarcha en el grupo cero. En trayectos cortos (ir al súper, por ejemplo) no pasa nada, va sentado sin dar un ruido pero sí, es cierto, en trayectos más largos a veces se despierta y llora porque no me ve. ¿Y qué hago? Pues me paro en la primera gasolinera o salida que veo, le cojo, le doy un beso y la teti, le vuelvo a sentar y, normalmente, hasta la llegada a destino.

¿Es peor? ¿Más molestia? ¿Tardo más? Pues nunca me lo he planteado de esta manera. Cuando voy en el coche con el niño soy plenamente consciente de que hay que extremar la seguridad, y precisamente lo peligroso me parece que el niño vaya delante, llore, y yo trate de consolare con una mano quitando los ojos de la carretera. Eso me da pánico.

Además he observado una clara ventaja o beneficio de la contramarcha: y es que viajando así, cuando el coche frena, bruscamente o no, el cuello de todos los que vamos en el coche va hacia a delante pero el suyo no: el suyo sigue pegado a la sillita con su espalda bien segura.

¿No te parece una buena razón para viajar así?

Cuando tenemos un hijo, nos tenemos que hacer con una silla nueva o recurrir a alguien que nos la preste pero en este caso no podemos utilizar la del hermano mayor, porque seguramente todavía la use... así que ya que tenemos que buscar silla, ¿por qué no apostar por una a contramarcha? 

¿Qué opinas del tema? ¿Estamos exagerando?