MI ALERGIA PRIMAVERAL DURANTE EMBARAZO Y LACTANCIA

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Siempre he tenido alergia la polen, me pongo hecha unos zorros: ojos llorosos y legañosos, mocos a más no poder, pitos al respirar... Cuando me quedé embarazada lo pasé realmente mal, os lo contaba AQUÍ, pero este año, con gordote entre mis brazos y dando el pecho.... magia! la alergia ha desaparecido! Os cuento un poco de qué va esto, que a mí me tiene encantada!!

Es cierto que las alergias no se sufren de manera uniforme a lo largo de la vida, algunas se sufren con mayor intensidad a medida que crecemos, y otras, sin embargo, se van atenuando al generar una especie de "resistencia" hacia los elementos que nos la causan.


Mi madre siempre dijo que conmigo se le fue la alergia al polen, con mi hermana mediana le volvió y con mi hermana pequeña se le volvió a ir, esta vez ya, para siempre. Pero, ¿a qué se debe esto?

Pues es fácil si tenemos en cuenta la revolución hormonal que sufre el cuerpo de la mujer, primero en el embarazo para gestar la nueva vida que lleva en su interior, y, en segundo lugar, después, cuando nuestro cuerpo se pone a disposición de la crianza de ese bebé, en el caso de que le demos pecho.

Yo el año pasado me enteré de que estaba embarazada justo en primavera, y no dio tiempo a modificar la situación, de hecho al poder tomarme mis pastillas, lo pasé francamente mal, y hasta que no pasó la época de alergias estuve bastante echa polvo..

Después de dar a luz, en el caso de las mamás que damos pecho, mientras esta situación se mantiene, nuestro cuerpo no ha vuelto a su situación "normal", a la que existía antes del embarazo. Seguimos con una revolución hormonal con la que aprendemos a convivir, pero que pone nuestro cuerpo a disposición de ese bebé que se alimenta de nosotras, generando anticuerpos, nutrientes y alimento para él.

Así que, para suerte de las que nos beneficiamos de ello, esta revolución hormonal tiene como efecto que dejemos de sufrir la alergia primaveral a la que nos exponíamos cada año, aunque es cierto que en otras mamás, la lactancia y las hormonas tienen precisamente el efecto contrario... 

Luego, cuando dejamos la lactancia y nuestro cuerpo se estabiliza, la situación puede mantenerse o revertir, así que, para bien o para mal, podemos mantener esta situación creada durante embarazo y lactancia, o volver a la situación anterior.

Ojalá pudiéramos elegir, ¿no?

¿Conocías este "efecto" de la maternidad? ¿Te ha pasado o pasa algo parecido?

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