CRIANDO CON AMOR NO TE EQUIVOCAS

Criando con amor, no te equivocas, y ahora es normal que me digáis "a ver quién no quiere a sus hijos", pero crianza con amor es sólo una manera de llamar a una crianza respetuosa, criar disfrutando de esa crianza, criar por el placer de criar, como diría uno demás blogs favoritos de crianza, "crianza con amor".

Con la tienda, conozco a muchas mamás, muchas maneras de hacer las cosas, embarazadas con ideas prefijadas y otras que irán viendo sobre la marcha. Hoy os cuento cómo ha sido mi evolución hasta convertirme en una madre defensora de este tipo de crianza, aun diciendo sin vergüenza ninguna que cuando me quedé embarazada, no sólo no conocía nada sobre ella, sino que tenía bien claro que criaría de otra manera.

La crianza con amor es criar a nuestros hijos apoyándoles, queriéndoles, entendiéndoles, respetándoles en cada una de las etapas por las que atraviesan en su crecimiento y dándoles en cada una de esas etapas lo que ellos reclaman: cogerles en brazos, tenerles todo el tiempo que podamos pegados a nosotros, darles el pecho hasta que ambos tomemos la decisión de dejarlo (si se puede, y si hay bibe, establecer el mismo vínculo), dedicarles el tiempo que requieren y no gritar, no pegar, no forzarles a cosas para las que no están preparados o que no encajan con su personalidad.

Cada bebé es un mundo y sí, cada bebé reclama una cosa. El mío, a las 7 semanas, era un bebé alto demandante que me lanzó al porteo. Nos fue genial , y eso que me parecía una cosa tan hippy que pensé que nunca practicaría. Sin embargo, a los 6 meses quise empezar con el BLW puro y duro y él no estaba preparado: se atragantaba, no comía y no nos hacía feliz, asíque mezclamos triturados con sólidos y al año bien orgullosa estoy de lo bien que come de todo, los purés le aburren ya.

¿Qué quiero decir con esto? Que en esto de la maternidad no hay reglas fijas, que todo lo que podamos leer nos debe servir para conocer opciones, buenas y malas, opciones que no queramos tener en cuenta y opciones válidas que podamos utilizar. 

La crianza es una tarea ardua pero que en mi opinión, tiene una guía: el mejor desarrollo y felicidad de nuestro bebé. 

Dejarle llorar para que aprenda, en mi opinión,  es un error, se angustiará, no entenderá porqué no le atendemos, porqué su madre no le socorre, alcanzará niveles de angustia y estrés que harán que sea más difícil calmarle y ante situaciones semejantes, reaccionará con temor, con miedo. Si le atendemos, si le consolamos, si le damos un beso aunque el agotamiento o la rabia nos pueda, el bebé se calmará y estará abierto a entender por qué ha obrado mal, o porqué no es necesario llorar, porque mamá está. Este tipo de actuaciones forman niños seguros que saben actuar con calma ate situaciones de estrés.

Obligarles a comer, obligarles a dormir, meterles en el parque para que nos dejen un rato o gritarles cuando nos desesperamos no ayudan en la crianza. Si el bebé demanda atención, dásela. A la larga es la mejor de las opciones, criaremos niños independientes y seguros. 

Empeñarnos en meterles en el carro y que se duerman? Empeñarnos en ponerles en el tacatá aun sabiendo que la asociación de pediatría los desaconseja, simplemente porque no molesten? meterles en el parque? que duerman solos? cada una que haga lo que quiera pero creo que, como dijo mi matrona, "estos bebés han venido al mundo para ser amados y amor es lo que les vamos a dar". Escuchar al bebé a nuestro bebé para descubrir qué necesita, adaptarnos a él y no intentar que él se adapte a nosotros creo que es la idea que tendríamos que tener en la cabeza para no llevarnos sorpresas con esto de la crianza.

Como os digo, mi bebé fue niño alto demandante y cuando empecé a criarle como él me demandada, todo mejoró. Hoy es un niño muy tranquilo, se entretiene solo y es un bicho, eso no se lo quita nadie, pero está en edad de descubrir el mundo que le rodea, y eso también hay que entenderlo y fomentarlo. Cerrar puertas, poner pestillos y candados no permite que el niño conozca su entorno, hace que viva en una especie de jaula en la que todo está prohibido.

Cuento y escribo esto sabiendo que me expongo, pero mi hijo me abre armarios, me saca las cosas, me tira cosas al suelo, las rompe, las tira al retrete, se come lo que pilla y cuando le digo que no se enrabieta, pero todo es parte del aprendizaje, del suyo y del nuestro, del crecimiento, del suyo y del nuestro como padres. Criar con amor no es malcriar, no es consentir, no es darle todo el chocolate que quiera o criar sin reglas, es enseñar cuándo sí, cuándo no y porqué sin gritos, sin manotazos, sin azotes. ¿Cómo le explicas que no se pega si le acabas de dar una torta? Tu sí y él no? Cuándo y a quién podrá pegar? 

No es fácil, claro que no, pero a mí es la manera de criar que me gusta y me funciona y por eso la comparto. Espero que os pueda servir, al menos para conocer otra opción, y la practiquéis, criar sin gritar, sin pegar, sin llorar, hace de la crianza algo muy bonito de lo que aprendemos algo cada día. Criando con amor no te equivocas, porque le escuchas, le das lo que necesita y crecéis juntos. 

Te apuntas o eres de otra escuela? Cuentáme que te funciona a ti!