LA RELACIÓN BEBÉS, NIÑOS Y PERROS, ¿QUÉ NOS APORTA?

El tema perros y niños, perros y bebés es tema recurrente en los blogs de maternidad y crianza. Siempre hemos tenido perro en casa y cuando me quedé embarazada mucha gente me preguntaba qué haríamos con ella (entonces teníamos solo una en casa) cuando llegara el bebé. Siempre tuvimos claro que no saldría de casa, lo que no significa tampoco que haya sido un proceso de adaptación sencillo.

Tras dos años de experiencia conviviendo con un bebé y dos perros y un nuevo embarazo, os hablo de nuevo sobre ello, las cosas que pueden torcerse, lo que podemos hacer para que todo funcione y nuestra experiencia personal sobre ello. Espero que al menos os sirva de testimonio!

LA OPINIÓN DEL ENTORNO (Y DE QUIENES NI SIQUIERA SON ENTORNO)

La aparición de opinólogos es algo inevitable cuando llega el bebé a casa, sobre todo si es el primero. Todo el mundo se cree con derecho y autoridad como para dar consejos (casi siempre que nadie les ha pedido y sin tener mucha o ninguna idea) y el tema perros no iba a ser menos.

Al contar que estábamos esperando a JC fueron muchos los que nos preguntaron qué haríamos con Lola. Nosotros ni siquiera nos lo habíamos planteado, la perra, una bodeguera bastante pequeña, por cierto, se quedaría en casa como hasta ahora. La gente hablaba de celos, de la posibilidad de que pudiera lastimar al niño, de la suciedad, de pelos…

En fin, quienes tenemos perros en casa sabemos lo que es tener perros en casa, pero entra dentro de la organización de cada familia el dónde dejarles estar, dónde comer, dormir, cómo gestionar la higiene, la limpieza… Además cada uno conocemos a nuestro perro y sabemos cómo será la reacción no sólo con la llegada del peque sino después, según vaya creciendo y relacionándose más con ese amigo de 4 patas que vive en casa.

NUESTRA EXPERIENCIA CON LOS PERROS EN CASA

Nosotros tenemos espacios en los que pueden estar y otros en los que no, y eso siempre teniendo en cuenta que el peque al final es el que manda y que muchas veces los juegos con los perros no tienen barreras. Es una cuestión de higiene y limpieza, porque tampoco es agradable una casa que está llena de pelos, o al menos ese es mi punto de vista. 

Cuando llegó JC sólo teníamos a Lola en casa y la verdad, la adaptación no fue fácil: ella tuvo muchos celos, se metía en la cuna del niño, se hacía pis y caca por toda la casa…No fue fácil y probé regañándola, prestándole más atención, sacándola a todas horas o incluso llevándosela Juanca con él a la finca durante el día. Nada funcionó y al final sólo el tiempo ha puesto de nuevo todo en su lugar. Todos necesitábamos ese período de adaptación.

Cuando conté esto en mi canal de youtube mucha gente me criticó, pero la verdad, me dio igual. Primero, porque no se puede criticar sin conocer las circunstancias. La teoría la sabemos todos (que huela el pañal, presentarle al bebé…) el problema es que no todas las madres somos iguales cuando se trata de nuestros recién nacido, no todos los perros reaccionan igual ni todas las situaciones son iguales. Esos comentarios de gente que parece poner por delante de todas las cosas al animal lo único que me demostraron es que, o no tenían hijos, o que su proceso fue bastante más sencillo que el nuestro, aparte de una falta total de empatía, por supuesto.

LA RELACIÓN DEL NIÑO Y LOS PERROS

Si hay algo de lo que más orgullosa me siento es, sin duda, la relación que tiene el peque a sus dos años, no sólo con los perros, sino con el resto de animales con los que convive a diario. Es una relación que le enseña a respetar lo diferente, a amar de otra manera, a cuidar, a ser responsable y además, a divertirse en un entorno muy sano.

Con dos años, y nosotros siempre vigilantes, el niño sabe cómo tiene y puede jugar con cada perro, diferencia el carácter de cada uno y saber qué cosas y qué juegos puede desarrollar con ellos.

En casa tenemos un bodeguero y un mini pinscher y él conoce el carácter de cada uno, juega de diferente forma con ellos pero es que en la finca tenemos distintas razas de perros, hay perros más grandes, de diferente carácter y él también distingue como ha de ser su relación con ellos.

Por ejemplo con los perros bóxer, una raza siempre recomendada para los peques por su buen carácter, a la hora de jugar, uno de ellos es mayor, más gruñón y tiene menos ganas y el otro es un loco de la pradera con mucha fuerza. Pues bien, él sabe que el mayor no se separa de él un momento, que le acompaña, que se tumba a su lado, pero no le enreda mucho. Al otro le enreda todo lo que quiere y más pero también sabe que tiene mucha fuerza, así que se cuida de tirarle palos lejos, mientras que a los pequeños, sin embargo, se los da en la boca.

Es este tipo de responsabilidad de la que os hablo: el peque identifica, conoce, aprende sobre el carácter de cada uno de sus perros y creo incluso que esto le ayuda a la hora de relacionarse con las personas, porque no todos somos iguales ni tenemos las mismas ganas siempre.

Yo es una relación que aprecio, con la que he crecido y con la que crecen mis hijos. Si tenéis perros en casa y la cosa se pone difícil lo mejor es consultar con especialistas, ya sean educadores caninos o veterinarios, y si lo que deseáis es haceros con uno, lo que también os aconsejo es informaros sobre las distintas razas, el carácter, las necesidades y tratar encontrar la que mejor se adapte a vuestra forma de vida. En este sentido os recomiendo también el portal del criador, con un montón de información útil sobre nuestros amigos de 4 patas :)

Os dejo dos infografías sobre varias razas de perros españolas, espero que este post os sirva un poquito de testimonio, tras nuestra experiencia en casa :) 

¿Cuál es la vuestra? ¿Tenéis perros en casa?