DISCIPLINA POSITIVA CON "EDUCAR EN CALMA"

Disciplina positiva, ¿qué es? Una tontería más de las madres modernas, de estas que no quieren pegar, de estas hippies que lo permiten todo. Algunos de los comentarios que yo personalmente he escuchado de gente, que sin saber, como en otras tantas cosas, opina.

La disciplina positiva fue un hallazgo para mí cuando nació JC: me sentí tan mal cuando vi su cara al gritarle que decidí cambiar mi forma de relacionarme con él. No quería gritarle, quería educarle desde el amor y el respeto y necesitaba la manera de saber cómo hacerlo sin permitirlo todo. En este proceso de búsqueda conocí a Ely, de Educar en Calma, blog que me ha guiado y me guía a día de hoy. Os cuento de qué va todo esto porque a lo mejor os interesa.

¿QÚE ES LA DISCIPLINA POSITIVA?

Tal como dicen desde la web de disciplina positiva españa:

"Es una metodología que tiene sus orígenes en los años 20 en las ideas de Adler, Psiquiatra infantil, junto con Dreikurs. Pero es a partir de los años 80, con Jane Nelsen, se sistematizó, experimentó y se ha comprobado hasta el momento actual, el beneficio de esta manera de educar.

"Se basa en la comunicación, el amor, el entendimiento y la empatía para disfrutar de las relaciones familiares y da herramientas a los padres para entender el comportamiento de sus hijos (incluso cuando no es adecuado) y reconducirlo con respeto, sin luchas de poder y siempre positiva.

Es un enfoque que no incluye ni el control excesivo ni la permisividad. Se basa en el respeto mutuo y la colaboración, todo con la intención de enseñar al niño competencias básicas para la vida".

QUÉ PAPEL JUEGA EDUCAR EN CALMA

Conocer el método está fenomenal y leyendo se pueden sacar muchas conclusiones e incluso pautas y aprendizajes para aplicar en casa, pero el valor de Ely es precisamente práctico.

Ely concreta las pautas de la disciplina positiva en situaciones reales y frecuentes a las que nos debemos enfrentar en casa y que debemos afrontar de la manera más adecuada posible para, no sólo salir airosos del conflicto, sino de establecer bases y pautas sólidas de cara al crecimiento personal del niño, pero también el nuestro.

Personalmente sólo he participado en un taller pero me encantó, sobre todo por la participación de otras mamás con las que compartir experiencias. Ni todos los niños son iguales, ni todos los padres reaccionamos de la misma forma, así que poniendo sobre la mesa  y compartiendo diferentes situaciones a las que nos hemos enfrentado, diferentes formas de solucionarlo, dudas y experiencias la participación en estos talleres es súper enriquecedora.

Ely va guiando la sesión y nos va planteando preguntas, actividades y nosotras participamos para luego llegar a conclusiones que Ely relaciona con aquél fundamento de disciplina positiva que debemos interiorizar e intentar poner en práctica.

MI EXPERIENCIA

La disciplina positiva no sólo ha cambiado mi relación con mis hijos sino que el aprendizaje, extrapolado, ha cambiado también mi relación con mi entorno e incluso conmigo misma.

A todos nos gusta que nos traten con respeto y amabilidad, ¿por qué iba a ser diferente con los niños? Educar en el respeto, en la empatía y en el amor, estableciendo límites y consecuencias es posible y gratificante. A nivel familiar además se crean clima de entendimiento y de respeto. No significa que no nos vayamos nunca a enfadar, que vayamos como saltando de nube en nube y parezcamos una familia de anuncio, pero los gritos, las palabras fuertes y los cachetes no debería ser opción para educar y tratar con quienes más queremos. 

Es cuestión de aprender y de romper esquemas aprendidos. Aprenden los peques y nosotros con ellos.

Os dejo un post de Ely para que veáis un poquito qué propone, justamente sobre el tema de los castigos y las consecuencias :) 

Espero que os guste!