LA VUELTA AL TRABAJO TRAS SER MAMÁ

Volver al trabajo después de ser mamá: una idea que me puso los pelos de punta cuando fui madre por primera vez y que me hace tremenda ilusión ahora, después de mi segunda maternidad. ¿Qué ha cambiado? Un tema que no he sabido cómo abordar hasta hoy, día en que, efectivamente, dejo a mis pollos en la guarde para retomar mi carrera profesional. Os cuento!

16 SEMANAS NO SON SUFICIENTES...

No, nunca. Tengas ganas o no de volver al trabajo, des pecho o biberón o tu hijo se quede a gustito con las abuelas o no. Un bebé de escasos 3 meses tiene que estar con su madre, y al menos, para mí, hacia los 6 meses es cuanto un bebé "empieza a despertar", se le puede dejar en otros brazos diferentes los de los progenitores y puede asimilarse, también por la madre, una jornada laboral alejada de su cría. Sé de lo que hablamos cuando decimos exogestación, el año que se concede en otros países de nuestro entorno, las medidas de conciliación que no se reconocen en el nuestro... así que, como un primer estadio en el camino que debemos recorrer hacia la plena conciliación personal-familiar-laboral y en el reconocimiento de los derechos de la maternidad/paternidad e infancia, un permiso de 6 meses me parece, cuando menos, deseable.

Cierto que no todas las familias tienen las mismas circunstancias, ni los mismos planes ni sueño, y que lo que una quiere y desea no tiene por qué ser válido para todas. Parece que, a día de hoy, cogerse una excelencia o dejar el trabajo para cuidar a los niños es mérito suficiente para optar al premio de la madre del año pero, personalmente, os doy mi opinión: madre del año cualquiera que tenga una hijo. 

La maternidad es exigente siempre, sean cuales sean las circunstancias, así que cualquier madre, por el mero hecho de serlo, ya merece mis respetos.

MI PRIMERA MATERNIDAD: ADIÓS TRABAJO

Mi jefa no quiso renovarme, así de fácil y sencillo. Lo que no sabe ella es que me hizo un favor porque dejar a mi hijo de 3 meses en casa hubiese sido mi debacle, sobre todo teniendo en cuenta el complejo momento personal por el que estaba atravesando. Nos necesitábamos y sin saberlo, nos hizo un regalo.

Esa primera maternidad, después de mi trayectoria, me metió en casa, y, aunque pueda sonar romántico, no fue del todo bonito. Yo siempre digo que para todo hay que valer, y yo, para estar en casa, la verdad que no valgo. 

Me encanta mi profesión en todas sus versiones, sea en forma de estudio, de solución de conflictos, búsqueda de alternativas... así que, aunque tomé la decisión de darme una tregua en mi carrera para cuidar de mi hijo (y de mi hija, cuyo embarazo llegó al año siguiente), pues oye, lo he echado de menos.

MI SEGUNDA MATERNIDAD: EL GUSANILLO

Ese que te entra cuando el cuerpo te marca el fin de una etapa, cuando empiezas a ser consciente de que necesitas algo más, de que falta algo. A mí me entró en el embarazo de mi hija y fue lo que me devolvió a la silla, al estudio de la oposición. 

Sé que soy muy afortunada porque estas decisiones las he tomado siempre con el apoyo de mi marido: hay que apretarse el cinturón pero oye, puedes hacerlo. Hay veces que hay que trabajar y algunas decisiones, por duras que sean, uno no se las puede ni plantear. 

Yo, a fin de cuentas, he estado 3 años en casa cuidando de mis hijos y es un tiempo que he disfrutado muchísimo, aunque es verdad que también ha sido muy duro. Quedarse en casa cuidando de la casa y la familia es, a día de hoy, mi mayor proeza y sí, también, de la que más orgullo siento.

HOY VUELVO AL TRABAJO

Después de meses de estudio con un bebé de un año, embarazada y con un segundo bebé recién nacido, meses de mucho sueño, de mucho esfuerzo, de mucho miedo pero también mucha ilusión, de sueños por cumplir, de llanto y de risas, porqué no, de mucho sacrificio pero también crecimiento personal, eso siempre...hoy vuelvo al trabajo. Y, ¿ahora qué?

Ahora empieza una nueva etapa en la que no van a faltar las dificultades, porque siempre las hay, esa es la vida, pero se afronta con ilusión, con ganas y con la certeza de que la vida ha sido y es maravillosa así como es.

Las cosas llegan cuando tienen que llegar, que si no te gusta lo que vives hoy, en tu mano está el cambiarlo y que la felicidad no es ni ayer ni mañana, es hoy, es el camino que recorres cada día y es la belleza, lo bonito y lo feliz de las cosas pequeñas.

Os sigo contado por IG, os espero!